Recuerdos de familia

No hace falta esperar a una ocasión especial (boda, comunión, viaje…) para hacerse unas fotografías con las personas que más quieres (padres, hijos, hermanos, amigos…), porque aunque nos pese ni van a estar ahí toda la vida ni van a estar igual toda la vida. La vida real no son las celebraciones excepcionales antes mencionadas sino la vida cotidiana, y eso es lo que más se valora cuando dejamos de tenerlo.

Todos los padres saben lo rápido que crecen sus hijos y todos los hijos ven como envejecen sus padres, y a veces esos buenos recuerdos cotidianos familiares vale la pena encargárselos a quien los vaya a saber captar lo mejor posible… y para siempre. Porque hoy día todos hacemos cientos de fotografías con el móvil pero. aparte de que casi nunca salen todos los miembros de la familia, el resultado deja mucho que desear… y mientras, el tiempo pasa y todos cambiamos.

Y es que las fotografías familiares ganan siempre con el tiempo y pasan a ser patrimonio de las personas y de sus familias.